Historia |
LAGATA
Lagata, pueblo de la provincia de Zaragoza, está situado en la comarca de Belchite, a sesenta y dos kilómetros de la capital. Confina, al Norte, con Letux; al Sur, con Moneva: al Este, con Lécera; y al Oeste, con Samper del Salz. La superficie, 2.359 Has. Altura, 518 metros. Distancia a Belchite, que fue su partido judicial hasta pocos años, 11 kilómetros. Las primeras noticias conocidas sobre su historia se refieren a la donación que del mismo hizo Ramón Berenguer IV, Conde de Cataluña y príncipe de Aragón, en el año 1154, a Raimundo, Abad de Santa María del Salz, para que en sus tierras hiciera un monasterio de su Orden cisterciense. Aunque el citado abad puso en ejecución la instalación de esta abadía, se frustró su funcionamiento por el intenso hostigamiento de los moros que, por entonces, paralizado el avance de la reconquista por la muerte de Alfonso I, quedaron situados en la sierra de Montalbán, no muchos kilómetros más arriba. Pero bajo el completo dominio de los monjes del Cister, ya en Rueda, por el año 1220, es cuando el Abad don Raymundo, con voluntad de su convento, hizo población de Lagata a ciertos pobladores católicos. Y dieciocho más tarde, año 1238, el mismo monje, con su capítulo, partió y dividió el término del Albayar entre los pobladores católicos: García de don Marches, Pedro Span, Juan Barrau y otros vecinos de Lagata; y Pascasio, Juan Torner, Domingo de don Lop y otros vecinos de Samper; a unos y otros para sí y para sus descendencias. Otra noticia importante informa que el día 3 de enero de 1211, Guillermo Arnaldo, Abad de Rueda, pacta con Giraldo, Arcediano de Belchite en San Salvador de Zaragoza, el abono de los diezmos de los sarracenos o moros que tiene el Monasterio de las iglesias de Lagata y de la Romana. Y continuando la ordenación territorial del pueblo, en el año 1244, para su cultivo, el repetido Abad concede el valle de las Malladas “a los cristianos y sarracenos de Lagata”. Por esta misma cronología, aunque no dice cuando acaban unos y cuando comienzan otros, se advierte que los primeros pobladores fueron cristianos, pero en la primera mitad del siglo XIII hallamos a los sarracenos o moros, quienes en seguida seguirán como única población hasta su expulsión. En el año 1264, de manera expresa, aunque ya en el documento de la donación de las tierras del Albayar se había hecho constar, el Monasterio prohíbe a todos los vasallos de su señorío: Alborge, Escatrón, Codo, Samper y Lagata, vender sus bienes a infanzones, clérigos y religiosos, so pena de mil sueldos, ira real y pérdida de lo enajenado a favor del mismo. Estas personas, entendidas como vecinos, tenían exenciones en el pago de determinados impuestos y eran libres de prestaciones personales, tanto al Concejo como al Monasterio, cosa que la Orden trataba de evitar. Las acciones de muchos de los primeros moros establecidos en Lagata debieron ser muy conflictivas: cuando en el año 1375, “don Juan, infante y primogénito del Rey, como gobernador del reino, avisado de los crímenes y delitos de homicidio, salteamiento de caminos, comisiones y adulterios que algunos moros de este pueblo de Lagata y su Aljama habían cometido; por los cuales estaban acusados por el Fiscal Real, les hizo perdón general, contentándose con que no reincidiesen en lo venidero, Y con mil sueldos que dieron de contado para el erario real”. Y esto está fechado en Zaragoza a 16 de Agosto del año que se expresa.
Reparto por el abad Martín Español de campos treuderos En la huerta y regadío de La Gata había antiguamente diferentes huertos y heredades treuderas, o sea arrendadas por el pago de una cantidad fija en cada año al Monasterio, y los años 1527 y 1528 el Capítulo del mismo otorgó poder especial al abad don Martín Español para que los repartiese y diera a nuevo arriendo; lo que hizo empezando por el vecino moro, Juan de Ontiñena: Una porción de tierra de un cuartal de sembradura y el treudo a pagar cuatro dineros anuales, perpetuamente. Siguieron otros, no muchos, por este sistema diferente al básico establecido en la carta de población, que era un tanto por cuanto de las propias cosechas alcanzadas. Consta por acto de tributación hecho en La Gata a 4 de Mayo de 1527, notario Miguel López.
Sobre las Sisas Reales 22 de mayo de 1569. En el tratado de Escatrón, pueblo también del señorío, se daban muy detalladas noticias de las Sisas Reales que las Cortes Generales de este Reyno tenían impuestas a los regnícolas, para pagar a su Majestad el servicio voluntario que en ellas se les promete. Por su resistencia a pagar dichas sisas, tuvo necesidad el Monasterio de poner en ejecución el decreto de las Cortes contra los lugares de Lagata y de Alborge. La condenación a los de Lagata fue por dos años y un tercio que, contados a razón de cincuenta fuegos, que era su población, hicieron la cantidad de dos mil cuatrocientos sueldos, que el pueblo se vio obligado a pagar.
Problemas sobre las aguas de riego. El primer documento que conocemos sobre la distribución de las aguas se refiere al formulado, en el año 1163, por Galindo Ximénez, Señor o tenente de Belchite, en nombre del Rey Alfonso II, quienes partiendo de las necesidades de esta villa y de los deseos que ambos tenían en favorecerla, decretaron que: Lagata construya un azud en la fuente de la Pinilla, y en ella sus hombres tomen toda el agua que puedan; y no tengan facultad para hacer otro azud ni represa, ni otro impedimento; de manera que todas las aguas sobrantes que escapen de dicho azud vayan a parar seguras, libres y francas a la villa de Belchite. Y de la predicha agua de Lagata, tenga parte Letux de once días uno. A partir de aquí, tanto más cuanto mayor sea la población de estos pueblos, los conflictos y diferencias serán más frecuentes; y en consonancia las concordias para corregirlos, pero nunca conseguían dejar a todos contentos.
En el año 1424, se firma una de estas concordias con Letux para concretar el funcionamiento de las aguas de las fuentes denominadas del Escorredor y de la Encañada, sobre las cuales este pueblo alegaba que sus derechos a ellas procedían del desembolso que en su día hizo su Concejo de quinientos florines de oro, “en oro” para descubrirlas, sitas las dos en Lagata, con cuya acción sanearon las tierras del prado, por entonces convertidas en un charcal. Y, junto con el dinero, emplearon muchos jornales de sus vasallos de Letux. En compensación, fue concedido a éste el uso de las aguas alumbradas, salvo cuatro días al año que serían para Lagata. Se confirma este derecho, añadida la consideración de que Lagata pueda emplear estas aguas para el servicio de sus casas y personas, abrevar las bestias, guisar y lavar sus ropas. En 1468, mejoró Lagata sus condiciones sobre este convenio. En 1631, los problemas se generalizaron más con los otros vecinos de la Cuenca, pues Belchite reivindicaba las condiciones establecidas en 1163 por el tratado de Galindo Ximénez, condiciones aquellas que sensiblemente se habían modificado un tanto y en ello se favorecía Lagata. Los convenios con Samper comprendían muchas otras cosas además de las aguas: cazas, pasturas, leñas, pescas, riegos, presullas, adempríos. Por las especiales circunstancias en que se configuraron sus vidas, ambos pueblos estaban obligados a mantener unas relaciones convenientes en el uso común de estas actividades, a las que servían y de las que se servían. Ello creaba de continuo desavenencias que, con la intervención del Abad de Rueda, se resolvían más o menos sobre la marcha. En todos los litigios importantes, por su condición de dueños temporales, intervenían: El Monasterio de Rueda, por Lagata y Samper; El Marqués de Cañizar, por Letux; y el Duque de Híjar por Belchite, junto a sus Concejos y Aljamas respectivamente.
Población El primer censo fiable del pueblo se realizó, con intervención notarial, el día 20 del mes de noviembre del año 1495, dice así: Dicho día, en presencia de Pedro de Manresa, alcayde del lugar; y de mosén Miguel Pérez, vicario de Samper del Salz; Alí de Aya, alfaquí; Juce Camayon y Alí de Lop, jurados; compareció el Comisario nombrado al efecto y todos ellos juntos fueron de casa en casa hasta contar el número total de fuegos, que resultaron ser cincuenta. Estimados a cinco personas por cada fuego, hacían un número de 250, todos moros.
Otros datos de población 50 fuegos, año 1609, por lo mismo, 225 habitantes, población mora. 141 fuegos, año 1610, por lo mismo, 705 habitantes, población mora. 36 fuegos, año 1646, por lo mismo, 162 habitantes, población cristiana. 38 fuegos, año 1797, por lo mismo, 171 habitantes, población cristiana 448 habitantes, año 1857, Idem 255 habitantes, año1970, Idem
Especialmente explícito fue el censo elaborado en 22 de febrero de 1861: Clasificación por edades: Desde 0 a 10 años - 109 Ídem de 11 a 20 - 92 Ídem de 21 a 30 - 54 Ídem de 31 a 40 - 69 Ídem de 41 a 50 - 39 Ídem de 51 a 60 - 47 Ídem de 61 a 70 - 20 Ídem de 71 a 80 - 9 Total personas de ambos sexos 439
Divididos por sexos: Varones, 215 Hembras, 224
Número de los que saben leer y no escribir: Varones 16 Hembras 1
Número de los que saben leer y escribir Varones 33 Hembras 1
Número de los que no saben leer ni escribir: Varones 166 Hembras 222
CLASIFICACIÓN POR SU ESTADO CIVIL: Varones: Solteros, 115 Casados, 87 Viudos, 13
Hembras: Solteras, 114 Casadas 92 Viudas 18
Por ambos sexos: Solteros, 229 Casados, 179 Viudos, 31
Obligación de trillar las mieses en las eras del pueblo Por la carta de población de 1618, se instituye que de todos los frutos que se cogieren en los campos de la huerta y monte de los términos del lugar debían pagar los cultivadores el ocheno y onceno al Monasterio, con la obligación de llevar las mieses a las eras de Lagata para trillarlas; y luego de aventar las parvas allí, llevar con sus talegas y caballerías a los graneros del Monasterio la parte de granos que por sus derechos le correspondiera. Sin embargo, pasado el tiempo, esta obligación dejó de observarse por algunos de Samper, lo que llevó al Monasterio a recurrir al Tribunal del Real Acuerdo afirmando que en el año 1721 recordó a los del pueblo citado que tenían esta obligación; y, como fueran obstinados en su negación, se les sancionó con una multa de diez libras jaquesas a cada uno de ellos.
1301 Concesión del Prado En el año citado, el abad de Rueda Ximeno Pérez, con voluntad de Fray García, Prior de los padres granjeros de Pina, de Escatrón, de…, el Convento de Rueda dio a los Moros de Lugar de Lagata y a su Aljama el Prado para que lo rompiesen y cultivasen, franqueándoles por espacio de doce años la paga de décimas ni otros derechos. Y que pasado este tiempo, contribuyeran al Monasterio el tercio de los frutos que allí se cogiesen, más el derecho de alguaquela, que era el veintequatreno. No sabemos si esto no funcionó o si se interrumpió por las condiciones del terreno, con frecuencia encharcado, pero lo cierto es que muchos años más tarde, 1543, el abad del Monasterio, don Martín Español, junto con su Capítulo dio a treudo perpetuo a la Aljama y Moros de La Gata el que también citan como el Prado, entonces llamaban El Soto del dicho lugar, que comprendía dieciocho cahizadas de tierra, para que lo roturasen y cultivaran, dejándoles libres de tributo todos los frutos que cogieran en los campos así trabajados. Con el único cargo de pagar en cada un año al Monasterio, el día de San Miguel de setiembre, 22 sueldos jaqueses por treudo perpetuo. Consta por escrituras, en cuanto a la tributación a Rueda a 10 de abril; y en cuanto a la aceptación de la Aljama de La Gata a 11 de dicho mes y año de 1543, testificada por Miguel Español, hermano de dicho Abad, y notario de Zaragoza.
La expulsión de los moriscos El hecho más trascendental ocurrido en Lagata fue la expulsión de su población, toda ella morisca, decretada por el Rey Felipe III, en el año 1610, para todos los moriscos de Aragón. Sabido, como antes se dice, que desde mediados del siglo XIII, a la escasa población cristiana que entonces había se añadió una fracción importante de moros, resultó que pronto quedó todo el pueblo integrado en esta Comunidad. Comunidad que vivió la conversión católica obligada por mandato real que, bajo amenaza de expulsión, se hizo en el año 1526 por la fuerza del bautismo; con el que cambiaron sus nombres musulmanes por el de católicos y se vieron incorporados a una religión que no era la de ellos ni la asimilaron nunca, aunque sí en su aspecto externo la observaron con obediencia. La mezquita, también por la bendición del obispo, unos años más tarde se convirtió en la iglesia católica. Y con el nuevo nombre de Moriscos, Nuevos Convertidos o Cristianos Nuevos, siguieron viviendo bajo el mandato y jurisdicción del Monasterio de Rueda, y alternando pacíficamente con los cristianos viejos de los pueblos aledaños. Pero el Rey, al parecer convencido de que nunca lograría la total conversión a nuestra religión, decide su expulsión de España. No valen los ruegos de los respectivos Señores temporales, contrarios a la medida; tampoco la opinión del Papa, que recomienda se insista en su catequización. En el verano de este fatídico año, los moriscos de Lagata abandonan sus tierras y sus casas. Juntos con sus hermanos de raza y sufrimiento, los de Letux, en el grupo llamado de Tránsito 13, emprenden la marcha por los caminos polvorientos y secarrales de la Sierra hasta llegar a los Alfaques, en Tortosa, lugar de embarque para tierras africanas.. Antes de salir, se confeccionó un censo de los habitantes de todos los pueblos de Aragón afectados por la medida. Lagata figura con 141 fuegos, que computados a cinco por cada uno, dieron un total de 705. Nuevo recuento en los Alfaques: suman 612 habitantes, distribuidos de la manera siguiente: 172 hombres, 180 mujeres, 124 muchachos, 94 muchachas y 42 de teta. Diferencia importante, entre uno y otro, que nadie ha explicado. Podrían atribuirse a fallecimientos en el camino, errores en el contar, etcétera. Preparados para ir a su destino definitivo, se les integra en el tránsito 7º, que comprende los cuatro pueblos: Lagata, Codo, Azaila y Letux. El dinero que pagaron por el flete o embarque, aquellos que tenían recursos propios, 24.348 reales. El que pagó el Estado, por los que no lo tenían, del mismo grupo, 28.314 reales. Este fue el triste fin, lleno de crueldad, de la población morisca de Lagata, como la de los otros pueblos de Aragón que tenían la misma condición. En un hecho difícil de explicar: cuando llevaban siglos de residir, vivir y convivir en estas tierras, sin que nunca se produjeran sucesos de importancia tal que pudieran justificar la injusticia y el horror de la medida. Son datos que el autor conoce de primera mano, por haberlo investigado, personal y minuciosamente, en el Archivo de Simancas.
Repoblación cristiana. El pueblo permanece sin población, abandonado, hasta el año 1614, fecha en que el Monasterio, en la persona del Abad don Juan Huarte, acompañado de fray Marco Gómez, monje de su Comunidad, va a poner en marcha con el asentamiento de nueva población: “Atendiendo que, en las fechas presentes, habían acudido al pueblo muchas y diversas personas de diferentes partes y lugares del Reino de Aragón con el intento de poblar, vivir y habitar en él. Y así nos han pedido y suplicado, como Señores Temporales del Lugar, que les diésemos habitación y les acogiésemos como vecinos. Y por que queremos volver a repoblar nuestro lugar y tenemos una gran satisfacción de que todas estas personas son gente cristiana y de bien, empezamos por elegir entre las citadas, para los cargos correspondientes a las siguientes: Pedro Bernad, Justicia; Juan Romeo y Martín Soriano, Jurados; Jerónimo Lázaro, Pedro Adán, Lázaro la Almolda y Juan Lázaro, Consejeros; José de Plou, Procurador; y Antón de la Hoz, Corredor. A los cuales, para ellos y sus representados, se les concede la nueva Carta de población con todas sus reglas y preceptos: distribuciones de las casas, tierras y derechos que el Monasterio les concede, tanto como las obligaciones que los nuevos pobladores asumen. Todas testificadas bajo el día 4 del mes de Junio del año 1614, por Pedro Rotellar, notario real domiciliado que fue en la villa de Belchite. “
Año 1792 Se les llamaba bienes privativos aquellos que el Monasterio se reservaba para administración directa, como eran el horno y el molino, cosa que hacían por medio de arrendamiento. El horno establecido en el pueblo; y el molino, ubicado en las tierras de Samper, que habría de servir para este pueblo y Lagata, indistintamente. Cuando se produjo la extinción del Señorío, año 1835, por efecto de la Desamortización de Mendizábal, estas fincas pasaron a la propiedad del Estado y vendidas luego, mediante subastas, a las personas interesadas. Según Luis Barbastro Gil que investigó el destino de los bienes del Monasterio, como consecuencia de la Desamortización, estas fincas de Lagata fueron subastadas en el año 1842, 20 de enero; y su comprador fue Mariano Abizanda, uno de los especuladores de los “bienes de Rueda”.
Vida religiosa, conocida por las Visitas Pastorales de los Obispos. En 11 de Mayo de 1536, se comprueban los censos suscritos por diferentes familias para la celebración de aniversarios por sus almas. Su pago era de cincuenta sueldos a favor del párroco de turno.
Día 30 de Mayo de 1568. La vicaría perpetua tiene veinticinco libras que paga el Monasterio. Éste percibe la décima y primicia.
Día 20 de febrero de 1656 El título de la Iglesia de La Gata es de la Señora Santa Águeda, y tiene un altar tan solamente. Hay una Cofradía del Santísimo Sacramento.
Día 10 de abril de 1716 Una Capellanía laical fundada de los bienes de Mauricio Rudilla y Joseph Juste, de la que es primer capellán el dicho Joseph Juste, con la obligación de celebrar cien misas anuales.
Día 20 de septiembre de 1746 La parroquia tiene 80 vecinos, 218 personas de comunión; y en la misma mañana confirmó en su Iglesia de Santa Águeda a 60 niños. Hay dos sacerdotes, el Padre maestro Isidoro Poblador, religioso cisterciense del Real Monasterio de Rueda, vicario de esta parroquia; y don Juan Juste, capellán de la Iglesia. La vicaria es de libre provisión del Abad de Rueda, que siempre suele elegir como párroco un monje del Monasterio, aunque el examen y comisión autorizable toca al Ordinario o Arzobispo.
Memorial, año 1771. Iglesia de Santa Águeda, 111 vecinos y 287 personas de comunión. Además del altar mayor, que era de Santa Águeda, hay otros seis: de San Bernardo, Santa Catalina, virgen y mártir; La Divina Pastora, Nuestra Señora del Rosario, Santo Cristo y San Antonio Abad, Confesonarios, dos; con sus rejillas para las mujeres.
Memorial, Lagata, año, 1775 Iglesia de Santa Águeda, 112 vecinos, 300 personas de comunión. Campanario, bien y firme, con dos campanas corrientes. Coro y órgano. Cementerio, junto a la iglesia. Una Cofradía del Santísimo Sacramento Otra de Nuestra Señora del Rosario. Una ermita, de Santa Bárbara.
Año 1803 112 vecinos, 320 almas. Se veneran: una reliquia de un lignum crucis, un hueso de Santa Águeda y otro de San Blas, que se custodian en relicarios de plata. Una cofradía de Santa Bárbara. El curato no tiene casa propia, la que habita es del Monasterio. Cofradía del Santísimo Sacramento, no tiene renta fija. Sólo la del pozo de la nieve, pero éste casi lo han dejado perder. Año 1849 Día 31 de Agosto de 1849. 94 vecinos, 278 almas de comunión. Párroco, don Pascual Magallón, natural de Alcañiz, se le nombró por el Monasterio en el año 1840, ya con la exclaustración en marcha; ahora está retirado en el pueblo citado. Por la situación actual, quien rige la parroquia es don Manuel Tomás Gascón, religioso exclaustrado de la Orden de los Carmelitas de Zaragoza. Desde la exclaustración hasta que vino éste, fue regente el cura de Azuara. Hay sacristán nombrado por el cura, con la dotación de doce duros al año. Ya no existe la capellanía de Juste. Sus bienes, aprovechando disposiciones del gobierno para patrimonios religiosos, se los repartieron los sucesores más próximos del fundador. El cura tiene casa y con huerto. El cementerio está situado fuera de la población, a un cuarto de hora. De ropas y ornamentos, faltan; pues fueron estropeados por la tropa que se alojó en la iglesia. Solo hay una campana rota, de unas cinco arrobas. Había una muy buena y se la llevaron los carlistas a Segura.
CONTRATO DE MÉDICO, BOTICARIO Y VETERINARIO La existencia de acuerdos para contratar los servicios de Médico, Boticario y Veterinario entre los tres pueblos Lagata, Letux y Samper viene de inmemorial. En el año 1775, se reúnen en la ermita de los Dolores para una renovación de diez años, los alcaldes respectivos, que muestran su satisfacción y continúan el sistema.
Economía Censo de riqueza, año 1861. En reales de vellón, los veinte mayores contribuyentes:
Nombres-Riqueza-Imponible Gregorio Lázaro-25.275-7.873 Andrés Lázaro-24.370-8.605 Manuel Baquero-19.592-5.881 Santiago Moliner-17.065-4.834 Pablo Lomba-15.578-4.407 Miguel Baquero-12.756-2.886 Leonardo Lázaro-12.451-3.435 Jaime Moliner-10.837-2.927 Isidro Lázaro-8.921-2.066 Francisco Labuena, menor-8.277-1.750 Fabián Labuena-7.899-2.037 Sebastián Gómez-7.825-1.923 Tomás Izquierdo-7.804-2.104 Manuel Esquillod-7.569-1.667 Ramón Izquierdo-7.442-1.809 Ildefonso Almolda-6.912-1.346 Manuel Almolda-6.502-1.446 Simón Izquierdo-6.488-1.699 Pablo Baquero-6.301-1.441 Isidoro Lázaro-6.216-1.609
Ganadería Relación general de los ganados existentes en este término en 26 de Abril de 1909 Caballar, 13 Mular, 40 Asnal, 74 Vacuno, 69 Lanar,1458
La epidemia del cólera, año de 1885. Comunicación que el pueblo hace de la situación al Gobierno Civil: Las muertes ocurridas en el pueblo como consecuencia de esta maligna enfermedad, fueron 51 personas: Solteros 11, solteras 10, casados 8, casadas 12, viudos 5, viudas, 5.
La gripe Es epidemia de la gripe, que se produjo en el año 1918, fue en Lagata menos virulenta que en los otros pueblos del contorno: Solamente encontramos 5 fallecidos, cifra sensiblemente inferior a los pueblos del contorno: En Samper, de menos habitantes, fueron 11; y en Letux, aunque tenía más, murieron 35.
Sobre nuestras fiestas Año 1907 “Se han celebrado en este pueblo las fiestas que anualmente se dedican a la Exaltación de la Santa Cruz. En la procesión se lució la nueva imagen de San José, hermosa escultura adquirida por suscripción pública y a instancia del señor regente.
Año 1925 Las fiestas de la Exaltación de la Santa Cruz “Al amanecer el rosario de la Aurora cantó por las calles las coplillas y misterios, celebró la misa del Alba el señor cura ecónomo don Francisco Marco. A las nueve, previa la devota y concurrida procesión, y cantada la tercia, dio comienzo la misa solemne, oficiada como preste por don Amado Fleta, siendo ayudado por los sacros ministros don Francisco Izquierdo y don Francisco Fleta. El sermón, elocuente y sustancioso, fue pronunciado por el señor cura ecónomo de esta parroquia. Asistieron también don Florencio Gracia, capellán de Letux; y don Tomás Belenguer, párroco de Moneva. Al final de la misa, se dio al pueblo en adoración la sagrada reliquia del “Lignum Crucis”, siendo después galantemente obsequiado el clero y autoridades en la Casa Consistorial con un abundante refresco. El celo del señor cura ecónomo ha hecho que la antigua y destartalada casa parroquial, que por algunas de sus partes amenazaba ruina, esté hoy debidamente restaurada, habiéndose llevado en ella a cabo importantes obras de reparación que le han dado solidez y seguridad.”
Alumbrado eléctrico. Año,1909 “La Empresa Rivera Bernad y Compañía ha dado principio a las obras para establecer el alumbrado eléctrico en el vecino pueblo de Lagata.
Fuerte riada Año 1913 Una de las grandes riadas que se produjeron en la cuenca del Aguas Vivas, que afectaban principalmente a los pueblos de Samper, Lagata y Letux, nos la refiere el Corresponsal en Lagata del Heraldo de Aragón, con fecha 23 del mes de Junio de citado año: “Queda este vecindario en la mayor de las miserias; no se habla de otra cosa, sino del porvenir negro que se presenta e indefectiblemente, si quieren evitar las consecuencias fatales de la miseria, tendrán que emigrar casi todos los habitantes en busca de trabajo para poder dar a sus familias un mendrugo de pan. Desgracias personales, ninguna.”
La Dictadura de Primo de Rivera Setiembre, 1923. La proclamación de la dictadura no tuvo repercusiones importantes en Lagata, pues por entonces en el pueblo no existían banderías políticas. Sin embargo, en su transcurso, las personas más representativas del pueblo mostraron su adhesión; porque produjeron beneficios para agricultores y trabajadores del campo. Las autoridades fueron: alcalde. Mariano Lázaro; concejales, Francisco Marco y Celso Bernabé. Somatén: Celestino Lafoz, cabo; Teodoro Baquero, subcabo; somatenistas, Enrique Baquero y Ciriaco Baquero. Presidente de la Unión Patriótica, Hilario Lafoz. Delegado gubernativo del partido señor Losada.
Sobre la rogativa a la Virgen de los Dolores, los tres pueblos: Letux, Samper y Lagata En el año de 1927, día 15 de mayo, se celebra la felizmente recordada Acción de Gracias por la lluvia intensa con que el Señor quiso atender la Rogativa de Letux, celebrada unos días antes y que benefició por igual a los tres pueblos de la cuenca. Con Letux y Samper, Lagata participó con entusiasmo. Su representación oficial: El Ayuntamiento compuesto por Mariano Lázaro, alcalde; los concejales, Alejos Gómez, Ciriaco Baquero, Celso Bersabé y Félix Lázaro; secretario, Teodoro Baquero; y alguacil, Gregorio González. El Juzgado, representado por Hilario Daroca, Juez; e Higinio Casamayor, fiscal. El cura ecónomo, don Francisco Marco. El presidente de la Unión Patriótica, Hilario Lafoz. El practicante, Jesús Ruiz.
Advenimiento de la Segunda República En 14 de abril de 1931. Por los años 1920, desde Belchite, y por el dirigente provincial del partido republicano radical socialista Venancio Sarría, se inició en esta comarca de Belchite una activa y continuada propaganda a favor del republicanismo. En Lagata tuvo una insignificante aceptación. Solamente Cornelio Alloza fue un correligionario incansable. Sin compañía de nadie de Lagata, seguía a los belchitanos en estas campañas: En la creación del Casino republicano de Letux, en Azuara, Mediana, Lécera y algunos otros pueblos más receptivos mostraba su entusiasmo por esos ideales. O sea, las izquierdas republicanas eran de tan escasa relevancia que tardaron algún tiempo en tener presencia importante en las cosas del pueblo. Por el año 1934, un suceso particularmente grave y absurdo vino a enturbiar la tranquilidad del pueblo: El día 20 de agosto, un grupo de ocho o diez jóvenes salieron a rondar, se personaron en la puerta del párroco cantando y vociferando insultos, y cuando éste con un hermano y su madre salieron a ver qué pasaba, y protestaron por su actitud, los emprendieron a tiros, resultando los tres heridos; la madre murió unos días después. Sin embargo, la política en Lagata fue un tanto atípica, respecto a los otros pueblos de la comarca. Aquí estos mozos, republicanos y que se muestran activos revolucionarios, no pertenecían a la clase proletaria; eran estudiantes de magisterio y ya alguno maestro, hijos de familias de economía holgada.
Julio de 1936. Cuando se produce la rebelión militar y consecuentemente la Guerra Civil, Lagata se encuentra con dos facciones, izquierdas y derechas; con mayoría la segunda. La cosa empeora gravemente por el hecho de que un grupo de falangistas de Belchite, el día 5 de agosto, llegan al pueblo, preguntan por el Cano, que era el Alcalde, y como éste no está, acuden al horno de cocer el pan, donde con otras mujeres se encuentra haciendo su masada su mujer, Manuela Moliner Royo. Se la llevan presa a Belchite y posteriormente es fusilada. Este hecho produce una reacción de venganza, particularmente en su familia. Cuando se tiene la certeza de su ejecución, son apresados dieciséis hombres de derechas y de ellos son fusilados trece. Los tres restantes, en las descargas de fusilería, no recibieron heridas de gravedad y huyen al otro lado de las trincheras, al bando franquista. El día 11 de marzo de 1938, cesa la ocupación republicana, porque las tropas de Franco, en este caso y día, concretamente el Cuerpo de Ejército Marroquí, legionarios y regulares, son tomados Letux, Lagata, Samper…, en una ofensiva que dirigida a Cataluña, siguió en su avance hasta que fue frenado por la célebre batalla del Ebro. “El Heraldo de Aragón, en el Parte Oficial de Guerra, da cuenta de que ayer, día 11 de Marzo de 1938, otras columnas llevaron a cabo la ocupación del campo de aviación de Belchite y pueblos de Letux, Lagata, Samper del Salz y Lécera.” Hay represalias, los hombres de izquierdas y algunos que, sin serlo antes de la ocupación anarquista, se mostraron cómodos con los ocupantes fueron maltratados, algunos de ellos ingresaron en la cárcel. De muertos, uno sólo: cruel y fatalmente tratado por un grupo variado de personas que actuaron por venganza.
INDUSTRIAS Las industrias declaradas en Hacienda como establecidas en el pueblo en el año 1948 eran: Luisa Juste Lázaro, Tienda de comestibles, Plaza Alta. Gregorio Royo Lafoz, Venta de carnes frescas en determinados días, Calle del Medio. Benigno Mañas Ferrer, Tienda de tejidos, calle de Lécera. Celestino Lafoz Villalba, Café, Plaza de la Iglesia nº 8. Adolfo Lázaro Izquierdo, Café, calle de Lécera. Antonio Alloza Clavería, Carpintería, calle de San Antón, 19. Constantino Lafoz Moliner, Herrería, calle de Letux.
Año 1949 José Belenguer Lapeña, Horno de pan, calle Mayor Ramón Sanz Borao, Venta de pan, calle Esperanza. Juan José Carbó Gonzalvo, Comestibles, plaza del Ayuntamiento. Mariano Moliner Láaro, calle San Antón, bar. Gregorio Lázaro Lafoz, Tejidos, calle de Lécera. Pascual Gracia Sánchez, Talabartero, calle Cuatro Esquinas. Vicente Lafoz Calvo, Herrero, calle de Letux. Enrique Baquero Izquierdo, Tractor, calle Cuatro Esquinas. Nicanor Garcés Lafoz, Tractor, Plaza de La Iglesia. Antonio Grasa Luesma, Tractor, calle de Letux. Germán Lazaro Bernad, Tractor, Plaza del Ayuntamiento. Primitivo Lázaro Bernad, Tractor, Plaza de Ayuntamiento. Miguel Plou Gascón |
Los vecinos de Lagata. El ambiente en fiestas protagonizado por los peñistas. La historia contada por los mayores y mucho más
Por LAGATA pasaron. Desde los romanos hasta nuestros días
Lagata en imágenes. Paisajes, monumentos, sus fiestas, sus gentes. Flokclore y mucho más...
Los vecinos de Lagata. Las peñas ponen color a las fiestas del Carmen en Lagata. Actividades para todas las edades
Recordando a personas que vivieron en Lagata a lo largo del tiempo.