Corrida pedrestre y de pollos

Escuche la locucion

Tenían lugar el día de la Cruz, quedando establecidos los premios de la siguiente forma: el primer premio tres pollos, el segundo, dos y el tercero uno, pollos que eran colgados de horcas. El recorrido estaba delimitado por las eras, participando en un principio todos los jóvenes del lugar aunque a partir de los años 40 eran muchos los corredores que se preparaban para estas pruebas y recorrían las localidades de la provincia ganando todos los premios, convirtiéndose así en un espectáculo que los vecinos observaban pero en el que muy pocos participaban. La música, elemento fundamental en estas carreras la pagaba el Ayuntamiento.

Las corridas de pollos

El recorrido de la carrera discurría por el camino desde las eras hasta la oliverica (es decir el camino que va por detrás del cementerio) hasta llegar al cruce de la oliverica, es el camino que parte del balsete hasta los corrales del monte y en ella participaban mozos del pueblo y pueblos vecinos; a partir de los años 40 se “profesionalizó” y eran muchos los corredores que se presentaban a las carreras de toda la provincia lo que produjo la desmotivación de los muchachos locales que veían cómo el premio se lo llevaban “forasteros”.
Los premios estaban estipulados en tres pollos para el ganador, dos para el segundo y uno para el tercero, y cómo es lógico tenían que realizar las vueltas al recorrido establecido en el menor tiempo posible.
Los músicos nunca faltaban para animar la carrera, siendo frecuentemente la Banda de Belchite.


GRACIA VICIÉN, Luis, Juegos Aragoneses: historia y tradiciones, Zaragoza, Mira Editores S.A., 2001.